Malformaciones Arterio-Venosas Cerebrales
Las arterias son responsables de llevar sangre oxigenada desde el corazón hasta el cerebro, pasando por estructuras diminutas denominados capilares. Luego, las venas transportan la sangre escasa en oxígeno de nuevo a los pulmones y al corazón. Una malformación arteriovenosa (MAV) cerebral altera este proceso vital, ya que existe una conexión directa entre arterias y venas; sin capilares interpuestos. Es una patología que se presenta como un ovillo de arterias y venas anormales, de tamaño y localización variable. Esto puede causar un flujo sanguíneo anormal y aumentar el riesgo de hemorragia cerebral.
Las Malformaciones Arteriovenosas (MAV) pueden ser asintomáticas o causar síntomas como hemorragia cerebral, convulsiones, dolor de cabeza crónico, debilidad, entumecimiento o pérdida de coordinación en una parte del cuerpo. Los síntomas pueden variar dependiendo de la ubicación y el tamaño de la MAV.
Se diagnostican a través de estudios como Tomografía o Resonancia Magnética, aunque el estudio que brinda mayor información sobre estas lesiones es la Angiografía Cerebral.
Existe una clasificación basada en el tamaño, localización cercana a áreas cerebrales importantes y tipo de drenaje venoso.
Existen diversos tipos de tratamientos, para aquellas lesiones pequeñas alejadas de áreas cerebrales importantes, el tratamiento es la resección quirúrgica. Las MAVs que se encuentran en áreas cerebrales vitales y nunca sangraron el manejo puede ser expectante y con controles periódicos con su Neurocirujano. Otra opción de tratamiento es endovascular, donde se pueden cerrar algunas de las arterias de la MAV para disminuirle el flujo de sangre.